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Bjorn Borg: El hombre de hielo y Elvis, todo en uno

El sueco fue la primera gran estrella de este deporte, que desarrolló un estilo de juego que sigue vigente hoy en día
May 14, 2020
Allsport
By James Buddell

Como parte del repaso a los perfiles de todos los jugadores que han sido No. 1 del mundo, ATPTour.com recuerda la carrera de Bjorn Borg. Ver lista completa

Primera semana como No. 1: 23 de agosto de 1977
Total de semanas como No. 1: 109
Años terminados como No. 1: 1979-80

Como No. 1
Bjorn Borg ascendió al No. 1 del PIF ATP Rankings por primera vez, durante una semana, a la edad de 21 años el 23 de agosto de 1977. Su sexta y última etapa en el No. 1 se prolongó durante 46 semanas, entre el 19 de agosto de 1980 y el 2 de agosto de 1981. Terminó como No. 1 al final del año en 1979 y 1980 para contabilizar un total de 109 semanas en la cima del tenis profesional. “Es difícil cuando eres No. 1”, indicó Borg. “No tienes vida privada, no puedes ir a ningún sitio. Creo que esa es la razón por la que perdí la motivación de jugar al tenis”. Estuvo clasificado como Top 10 durante ocho temporadas consecutivas entre 1973 y 1981.

Lo más destacado en los Grand Slam
Borg debutó en los Grand Slam en Roland Garros 1973, donde alcanzó la cuarta ronda, y más tarde regresó para ganar 46 de los 47 partidos que disputó en París (récord de 49-2), incluyendo sus títulos en 1974-75, 1978-1981. Al otro lado del Canal de la Mancha, el sueco especialista desde la línea de fondo también dejó huella en Wimbledon (récord de 51-4, 92,7%), donde la ‘Borg Mania’ alcanzó nuevas cotas. Al ganar 42 partidos seguidos y cinco coronas consecutivas entre 1976 y 1980. A menudo, frente a los mejores jugadores de SW19, sacaba y voleaba en su primer servicio. La legendaria hazaña de Borg, de encadenar tres veces los títulos de Roland Garros y Wimbledon, fue un logro que Rafael Nadal pudo conseguir en dos ocasiones (2008 y 2010) y una más Roger Federer (2009). En 16 participaciones en Grand Slam, entre Wimbledon 1977 y el US Open 1981, Borg ganó nueve trofeos en 14 finales. Alcanzó la final del US Open en cuatro ocasiones, en 1976 (en tierra) y en 1978, 1980-81 (pistas duras) y compitió en el Abierto de Australia tan solo una vez, con 17 años en 1974. La derrota en cuatro sets ante John McEnroe en la final del US Open 1981 fue su último partido de Grand Slam (141-16 en total). “Creo que Bjorn podría haber ganado el US Open”, dijo Arthur Ashe. “Creo que podría haber conseguido el Grand Slam. Fue más grande que el deporte. Él era como Elvis o Liz Taylor o alguien así”.

Lo más destacado en las Nitto ATP Finals
El sueco participó en cinco ocasiones en el torneo de final de temporada, siendo su estreno a los 18 años sobre la hierba de Melbourne en 1974. Alcanzó la final en Estocolmo 1975 (p. con Nastase) y en Nueva York (p. con Connors), antes de enlazar los títulos de 1978 (v. a Gerulaitis), con un 5-0 en el Madison Square Garden) y 1979 (v. a Lenld).

Lo más destacado del Tour
Bajo la batuta de Lennart Bergelin, su entrenador entre 1971 y 1983, Borg ganó 64 trofeos individuales y 644 partidos (82,7%). Borg, que ganó 16 títulos como adolescente, representó a Suecia en la Copa Davis de 1972 con 15 años y rápidamente ascendió al Top 20. Ganó su primer gran título antes de su 18 cumpleaños en el Internazionali BNL d’Italia de Roma en 1974, antes de empezar su idilio con Roland Garros. A los 19 años, registró una racha de 19 victorias seguidas para ayudar a Suecia a lograr la corona en la Copa Davis 1975, y entre 1976 y 1980, ganó el 90 por ciento de sus partidos en cuatro temporadas. Hacia el final de la temporada 1981 menguó su motivación y acabó cansándose, anunciando su retirada en enero de 1983 a la edad de tan sólo 26 años. Volvió a dejarse el pelo largo e intentó volver, usando una raqueta de madera, en 1991 y 1992, pero no fructificó. Más tarde se incorporaría al ATP Champions Tour.

Récord de victorias-derrotas: 644-135
Récord de títulos y finales: 64-25

Grandes rivalidades
Borg tuvo dos principales rivales, Jimmy Connors y McEnroe, durante sus once años de carrera. Borg se enfrentó a Connors, que era cuatro años mayor, en 23 ocasiones, liderando el cara a cara 15-8 (5-3 en Grand Slam y 8-5 en finales). Connors, que ganó seis de sus primeros siete partidos, acabó con la racha de 43 victorias seguidas en la final del US Open 1978, pero Borg ganó su último apartido en las semifinales de 1981. Debido a sus estilos de juego contrastados y personalidades, los enfrentamientos de Borg y McEnroe lo convirtieron en la mayor rivalidad de la época. Ambos se enfrentaron en 14 ocasiones (7-7), desde su primer duelo en Estocolmo 1978 en semifinales hasta la final del US Open 1981. Borg lideró ante McEnroe por 7-4, pero el estadounidense ganó sus últimos tres enfrentamientos, incluyendo el que jugaron en Wimbledon y el US Open en 1981.

Legado
Ninguna carrera moderna ha sido tan corta como la suya, pero aún así no le restó brillo. Durante el auge del deporte en la década de los 70, todos los jugadores intentaron imitar al ‘Hombre de hielo’ su control y emocional comportamiento, pero también la manera en la que pegaba a la bola con efecto con la derecha y el revés a dos manos (su mejor tiro) con una empuñadura ‘western’. Su resistencia y concentración hicieron de Borg un jugador prácticamente imbatible sobre la tierra batida de Roland Garros y la hierba de Wimbledon. Con Bergelin, Borg encontró algo más que un entrenador, fue su segundo padre y un gran amigo, que lo protegió mientras brillaba y desarrollaba un estilo de juego que aún perdura hoy. Borg era muy supersticioso, desde sentarse en el mismo lado de la silla del juez, hasta la manera de colocar sus raquetas o sus toallas. Su primera mujer, la antigua jugadora rumana Mariana Simionescu, dijo una vez que “él siempre era muy tranquilo, salvo si perdía un partido, no hablaba durante al menos tres días. No soportaba la derrota”. Su marcha del deporte produjo una gran conmoción, justo en el momento en el que su rivalidad con McEnroe alcanzaba su punto álgido. Hoy, junto a McEnroe, Borge es capitán del equipo de la Laver Cup (desde 2017).

Momento inolvidable
El 5 de julio de 1980, los dos mejores jugadores del mundo, Borg y McEnroe, disputaron uno de los partidos más apasionantes de la historia del deporte, enfrentando a un juego impecable desde la línea de fondo con un estilo clásico de saque y volea. El partido no tuvo parangón hasta la final de Wimbledon 2008 entre Nadal y Federer. Borg y McEnroe protagonizaron un tie-break del cuarto set en 20 minutos, que vio a Borg salvar cinco puntos de set y a McEnroe hasta cinco puntos de campeonato, antes de que el estadounidense se impusiera por 18-16. McEnroe no logró romper a Borg en el set decisivo y el sueco conquistó su quinto Wimbledon consecutivo por 1-6, 7-5, 6-3, 6-7(16), 8-6, después de cuatro horas y 13 minutos. “La final de Wimbledon 1980 con Borg es de lo que más me ha enorgullecido formar parte”, indicó McEnroe, que acabó con la racha de cinco trofeos de Borg en Wimbledon al año siguiente. “Se habla como uno de los mejores partidos que la gente ha visto, así que me elevó de muchas formas diferentes, a pesar de no haber ganado la final”.

Connors sobre Borg
“Borg era un tipo diferente. Yo lo daba todo, pero él nunca sonreía, lo que añadía aún más encanto cuando jugaba contra mí o McEnroe. Nos volvíamos locos y perdíamos la cabeza, mientras él se quedaba sentado como si estuviera en un tranquilo domingo”.

McEnroe sobre Borg
“Tenía algo que era inexplicable. No sé qué es, por qué, pero es. La gente tiene esa aura increíble que no se puede explicar sin tener que hacer nada. Es como si se pusiera el traje de superman. Lo intenté en los entrenamientos, así que no iba a malgastar mi tiempo en un partido intentando ser como él. Sentía que dejar salir las cosas era más sano que guardarlas dentro”.

Borg sobre Borg
“Mis rivales no sabían lo que estaba pensando o cómo se sentía, si me reía o lloraba, si estaba decepcionado o feliz. No lo sabían porque me lo guardaba todo para mí. Eso no significa que no estuviera hirviendo por dentro, pero nunca dejaba que nadie lo viera”.

El periodista Graeme Agars sobre Borg
Desde casi todos los puntos de vista, Borg no era un tenista clásico. Al increíblemente popular sueco no se le puso el sobrenombre de ‘Hombre de hielo’ por nada. Su conducta de hierro y gran concentración hacía que sus partidos fueran cosas de negocios, demostrando en muy rara ocasión sus emociones. Pero a la vez no se puede decir lo mismo de sus raquetas de madera, que estaban tan bien encordadas como la de ningún otro jugador. No era extraño que las encordara a 75-80 libras (34-36 kg), más del doble que la media. Y todo porque las raquetas de Borg eran de madera y no estaban hechas de los materiales modernos como el grafito, que habitualmente no soportaban la tensión, incluso antes de sacarlas a pista. Hubo muchas historias en el circuito sobre raquetas que explotaban en momentos inadecuados, como a medianoche en la habitación de hotel, en el equipaje del avión o durante los traslados a las sedes. Aunque Borg no es inmutaba cuando ocurría, ese sonido del ‘disparo de un rifle’ era terrorífico.

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