Apoyado Por Su Familia, Pella Va Por Un Nuevo Camino En El Tour

Guido Pella sale de las canchas de entrenamiento y lo primero que hace en el Córdoba Open es ir a la sala de jugadores a ver si su hija Arianna, de menos de un año, sigue durmiendo su siesta o ya se ha levantado y han decidido con su mamá irse al hotel a disfrutar de la pileta. Cuando la ve, su cara y su humor cambia por completo, deja de ser tenista para pasar a ser simplemente papá.

Así, en ese cambio constante de roles, es como pasa los días del argentino que fue cuartofinalista en Wimbledon 2019 y ahora debutó con una victoria en Córdoba, un lugar en el que fue finalista en la primera edición del torneo hace cuatro años.

De hecho, para Pella, el triunfo por 6-2 y 6-2 ante el italiano Andrea Vavassori fue su primer triunfo en el circuito en los últimos dieciséis meses, tras triunfar en Indian Wells, en octubre del 2021 ante Soonwoo Kwon. “Estoy con ganas de llorar, de volver a sufrir, seguir compitiendo bien, de lucharla y ser un jugador duro. Ganar el primer partido de mi vuelta acá en mi país tiene un sabor especial, y más con mi familia alrededor. No me quiero poner cursi, pero estoy otra vez acá por mi familia. Estaba negado y con ganas de largarlo todo”, contó.

Pella es hoy es el No. 1018 del mundo pero sus objetivos no van por los números, no proyecta más allá de un puñado de meses: el argentino, No. 20 del mundo en agosto del 2019, retomó la competencia a fines de 2022 después de más de un año de inactividad por lesión y tiene un solo objetivo, disfrutar el día a día.

“De a poco me voy sintiendo como antes… Ojalá que en este torneo que me trajo tantas alegrías pueda empezar a jugar mejor, a ganar partidos, quiero recuperar esa confianza que hace un tiempo que no siento y que me permitió estar dentro de los 20 mejores tenistas del mundo”, analizó. Pese a que ha pasado más de 15 años en el Tour, para Pella es como empezar de cero.

“Mi debut en Córdoba era un partido aparte, porque sentía que necesitaba esta victoria, no solo por lo que significa en los puntos sino en volver a sentirme un tenista de elite y bien dentro de la cancha. Y realmente me sentí bien. Le pude devolver todos los saques, mantener muy bien el mío y mantenerme sin nervios, que es lo más difícil en esto del tenis”, comentó.

¿Hay algo especial para el en Córdoba? “Este es un torneo que me trae muy buenas sensaciones. Es una ciudad en la que me gusta jugar; la cancha está rapidita, la bola vuela pero es una bola un poquito más pesada entonces te permite controlarla. La verdad que estuve preparándome muy bien, llegué el viernes, tuve tiempo para entrenar”, aseguró el bahiense.

¿Se pone una meta particular para las próximas semanas o meses? “En ningún momento me puse un objetivo tan largo porque cuando lo hice, en el momento que empecé a entrenar, me sentí muy mal de nuevo. Arranqué a entrenar en abril, mayo y tenía que competir recién en octubre, noviembre; veía la competencia muy lejos, a partir de ahí empecé a pensar solamente semana a semana o a un mes”, afirmó.

“Así puedo enfocarme en el día a día y saber que tengo gane un partido ahora y nada más. Después, tendré otro el jueves y si va bien el viernes; o si no me iré al otro torneo y de vuelta a casa”, dijo con una sonrisa. “Hasta hace no mucho, estaba más cerca de quedarme en mi casa tomando gaseosa en el sillo que volver a jugar al tenis, pero mi familia me motivó… y acá estoy. Festejarlo con ellos es algo que no voy a olvidar más”, definió.

La vuelta de Pella a lo más alto del Tour inició en Australia, donde cayó ante Francisco Cerúndolo en sets corridos. Ahora, en casa, con su familia y en el inicio de la gira de polvo de ladrillo en Córdoba (también fue invitado a Buenos Aires), el argentino quiere empezar a andar para sentirse nuevamente un tenista de elite. El tiempo dirá hasta dónde llegará esta vez.