Hurkacz y un esfuerzo de "Iron Man" para volver tras su operación de menisco en tres semanas

Uno de los momentos más difíciles de ver en Wimbledon fue el final del partido de segunda ronda de Hubert Hurkacz contra Arthur Fils. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y así fue al ver el dolor en el rostro de la estrella polaca.

El jugador de 27 años se lanzó a por una pelota, esforzándose al máximo como siempre. Cuando Hurkacz intentó levantarse de la incómoda posición en la que se encontraba, se rompió el menisco de la rodilla derecha y se retiró a finales del cuarto set.

Un vídeo que Hurkacz publicó más tarde mostraba al ocho veces campeón del ATP Tour sentado en un banco junto a unos recogepelotas, con cara de preocupación y una mano en la rodilla.

"Inmediatamente después, supe que algo había pasado porque me dolía y necesitábamos averiguar la gravedad y obtener toda la información posible", explicó Hurkacz a ATPTour.com. "Fue difícil porque después del escáner no sabía cuándo iba a volver, si iba a jugar este año o si iba a alcanzar mi nivel normal. Así que sin duda fue un momento difícil".

Hurkacz habló con varios médicos, y casi todos le dijeron que estaría fuera de la competición hasta el año que viene. Sin embargo, tras someterse a una intervención quirúrgica y trabajar en un intenso proceso de rehabilitación con su fisio Kuba y su preparador físico Przemek, Hurkacz está listo para competir esta semana en el Omnium Banque National présenté par Rogers en Montreal.

Cuando Hurkacz se lesionó, el entrenador Craig Boynton no estaba del todo seguro del alcance de la lesión. "Al principio, cuando ocurrió, pensé que tenía calambres. Hablaba en polaco con el fisio y éste me dijo: 'Tiene que parar'. No tenía ni idea de lo que estaba pasando", dijo Boynton sobre el cuarto cabeza de serie de Montreal. "Cuando le hicieron la resonancia magnética, descubrió que era el menisco y, a partir de ahí, ¿cuál era el mejor plan de acción?

"Lo gestionó todo en Polonia con parte del equipo de allí, el equipo físico. Le operaron, y decir que los chicos trabajaron con diligencia sería quedarse corto para llevarle hasta donde está ahora. Trabajó muy duro, como un Iron Man. Fue una locura todo lo que hizo para volver aquí en tres o cuatro semanas, para llegar al punto en el que estamos compitiendo".

Hurkacz fue operado el 15 de julio. Al día siguiente empezó la rehabilitación y en una semana estaba de vuelta en la pista haciendo trabajos de movimiento. El lunes, tres semanas después, paseaba por el Parc Jarry de Montreal con su característica sonrisa.

"Definitivamente te hace apreciar lo que estás haciendo, no tener la oportunidad o la posibilidad de hacerlo durante un tiempo", dijo Hurkacz. "Sabía que no podía moverme en la cancha, así que los Juegos Olímpicos quedaron desgraciadamente descartados. Soñaba con jugar allí todo el año, pero sabía que no iba a ser posible. Las heridas aún no habían cicatrizado. No podía ir allí. Era demasiado arriesgado y además no podía moverme en la cancha, así que simplemente no iba a funcionar".

Antes de someterse a la operación y a lo largo de su rehabilitación, Hurkacz ha estado en contacto con profesionales médicos y otros deportistas de dentro y fuera del tenis. Uno de ellos fue Novak Djokovic, que se rompió el menisco en Roland Garros, luego llegó a la final de Wimbledon y se colgó la medalla de oro olímpica individual en París.

"Definitivamente, fue muy inspirador lo que hizo, sobre todo ganar la medalla de oro", dijo Hurkacz. "También le envié un mensaje a Novak. Él también me apoyó mucho y me ayudó. Fue una situación diferente, una situación difícil para tomar la decisión. Al final supe que tenía que operarme".

Lo que supuso un reto para Hurkacz, más allá de la propia rehabilitación, fue no saber cuándo estaría en condiciones de competir. Ahora que está listo para los partidos, su entrenador, Boynton, explicó que es un proceso evolutivo en el que hay que jugársela.

"Ves lo que puede hacer, ves en qué está más limitado y despliegas las armas y los recursos con una mentalidad diferente a la de si todo estuviera al cien por cien", explicó Boynton. "Ahí es donde se involucra la práctica. Ahí es donde se está hablando de donde él está sintiendo que puede hacer mejoras y qué movimiento mejor mantenerse alejado, y eso es sólo cómo lo manejas."

Boynton añadió: "Me alegro por él de que pueda hacer las cosas que le gustan y de que estemos aquí. Ahora tenemos que ser inteligentes y ver cómo avanzamos. Los partidos dictarán lo que hay que trabajar en todos los sentidos".

Hurkacz es conocido por su sonrisa, y así ha sido más que nunca desde su llegada a Montreal. Ha apreciado cada momento in situ, desde ver a los aficionados hasta los entrenamientos.

"Me ha parecido muy largo. Sentí que habían pasado tantas cosas desde que estuve en la cancha anteriormente", dijo Hurkacz. "Hemos pasado por muchas cosas como equipo y hemos tomado muchas decisiones difíciles. Te hace apreciar lo que haces cada día y a veces te pierdes, porque no dejas de perseguir el objetivo de mejorar, de ganar partidos, de intentar ganar torneos y Grand Slams. En algún momento no aprecias realmente el momento y ahora he tenido realmente un momento para hacer una pausa y reflexionar".