El “fuego” en los ojos de Holger Rune

Holger Rune se ha presentado en la primera línea del tenis mundial por su rendimiento en los últimos dos años, siendo sus momentos más destacados el título en el Rolex Paris Masters 2022 y la clasificación para las Nitto ATP Finals 2023. Los aficionados han podido conocer un poco mejor a la estrella danesa, después de su aparición en la serie documental de Netflix Break Point.

La pasión de Rune por el deporte y el hambre por el éxito quedan patentes. Uno de los momentos más memorables del capítulo llegó cuando se midió en una gran batalla a Novak Djokovic en Roma.

Aneke Rune, la madre de Holger, dijo a ATPTour.com: “En general, me encanta ver el fuego en sus ojos. Esos partidos contra leyendas, él sabe que no puede cometer un error”.

“Lo ves cómo se esfuerza en todo lo que hace en pista, lo que hace que el partido sea muy emocionante de ver. Pero también como madre, es increíble ver que puede mantener la concentración, puede hacer un esfuerzo en cada golpe. Estás orgullosa, cuando ves eso”.

Holger muestra sus emociones y no tiene miedo de demostrar lo mucho que le importa, gane o pierda, usar esas emociones para seguir adelante. No se ve en el capítulo, pero Aneke puso como ejemplo su derrota en la final de Roma frente a Daniil Medvedev como ejemplo.

“Él estaba muy triste. Fue muy emotivo para él”, señaló Aneke. “Ganar a Novak es muy emocional, fue tremendo para Holger. Perder la final, donde quizás sabes que podías haber hecho las cosas diferente, es también muy duro. Son emociones en dos direcciones diferentes, pero ambas son importantes para aprender”.

Aneke cree que mostrar esas emociones es importante para revelar el carácter de un jugador.

“Cuando no consigues éxito y pones corazón, trabajo y lo das todo, es muy duro”, continuó Aneke. “Por ejemplo, después de perder la final de Roma, estaba sufriendo. Y creo que también es una parte muy importante, de hecho, más importante que al inicio del capítulo”.

“No busca excusas y creo que también es por la educación que ha recibido. Entiende y acepta que a veces las cosas no van como quiere, pero no busca excusas. Sigue trabajando, tratando de buscar soluciones, hacer las cosas bien y se ajusta donde tiene que hacerlo consigo mismo, con su equipo, con lo que sea necesario para conseguir sus sueños”.

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— ATP Tour (@atptour) January 12, 2024

El espíritu de lucha y la determinación de Rune queda reflejado en este capítulo. Según su madre, la voluntad de llevar al máximo su potencial ha estado presente desde los primeros días en lo que agarró una raqueta.

Empezó a jugar bajo la batuta del entrenador de un club local, Lars Christensen, que estaría al lado de Rune durante sus primeros años en el ATP Tour. Pero a los siete años, jugando dos días a la semana, Holger se enfrentó a una difícil situación.

“Contrataron a otro entrenador en el club y Holger lo estaba viendo. Había muchos niños en pista y había dos entrenadores y el otro entrenador que debía encargarse de los niños”, cuenta. “El plan era que el chico nuevo se encargara de los más pequeño. Holger vino y me dijo: No quiero a ese chico de entrenador”.

“Le dije: Esto no depende de nosotros, es el club quien decide. A ti te gusta jugar al tenis, así que si está él, está. No está en mi mano, no puedo hacer nada”, recordó. Y Holger contestó: “Vale, está bien, entonces lo dejo”.

Aneke creía que el chico nuevo era probablemente un buen entrenador, pero Holgar estaba decidido a trabajar con el entrenador que él creía que era el mejor. Christensen encontró la manera de incluir a Rune en sus entrenamientos y el danés siguió adelante.

“Siempre ha sido así”, indicó Aneke. “También cuando entrenaba con otros niños, si no se lo tomaban en serio, no quería estar en pista con ellos. Desde muy, muy pronto. Era una locura”.

De lo que Aneke está orgullosa de Rune es de cómo siempre se deja llevar por su pasión por el tenis y amor por el deporte.

“Es muy difícil ser perfecto. Y creo que lo que vemos hoy es que buscamos la perfección y esperamos la perfección. Lo que me gusta de Holger es que muestra, sí, que estamos trabajando para ser perfectos, pero hay muchas dificultades también y no se nace perfecto”, relata Aneke. “No se nace perfecto para encajar en tu deporte, en los estudios o en el trabajo. Todo lo hacemos diferente y hay fallos en el camino, mejoramos, nos levantamos de nuevo y seguimos luchando. Creo que Holger es muy buen ejemplo con su honestidad cuando lucha, en las buenas y en las malas. Así es la vida”.