Alcaraz, casi listo: con más fuerza e intensidad en su drive

A primera hora del viernes, Carlos Alcaraz se entrenó con Cameron Norrie a gran intensidad en la Philippe Chatrier, la pista central de Roland Garros. A dos días del arranque del segundo Grand Slam de la temporada, el No. 3 del PIF ATP Rankings siguió subiendo la carga de trabajo después de perderse por lesión tres de los cuatro torneos (Montecarlo, Barcelona y Roma) que tenía planificados en la gira europea de tierra batida, sin contar la cita de París.

El campeón de dos títulos de Grand Slam, que cumplió 21 años hace unos días, se ha enfrentado al dolor en su antebrazo derecho desde que cambió de superficie tras Miami, y pasó de jugar en pista dura a arcilla. Así, Alcaraz se retiró días antes de debutar en Montecarlo, a pesar de que había estado varios días entrenando en Mónaco. Luego se vio obligado a descartar Barcelona también, donde defendía el título (ganador de las dos últimas ediciones, en 2022 y 2023) y jugó en Madrid (campeón en 2022 y 2023), encadenado a las molestias, perdiendo con Andrey Rublev en cuartos de final.

Precisamente en la capital de España, su único torneo de la gira (luego renunció a Roma para recuperarse tras recaer de la lesión en la Caja Mágica), Alcaraz confesó que pensaba demasiado en hacerse daño al pegarle a la pelota con su derecha, sobre todo al ir con todo a la hora de ejecutar ese golpe clave en su juego.

“Ahora estoy mejor”, reconoció el murciano el viernes en Roland Garros. “Le estoy pegando más fuerte y con más intensidad a la derecha que en Madrid, por ejemplo. Aún sigo pensándolo de vez en cuando al golpear. Es algo que tengo que estar trabajando estos días en los entrenamientos, ya que las cosas están yendo muy bien con mi antebrazo, tanto dentro como fuera de la pista”, prosiguió. “Tengo que confiar en el trabajo que he hecho, en mi equipo y en cómo vengo para intentar que se me vaya ese pensamiento, pero ahora mismo sigo teniéndolo”.

Después de anunciar su baja en el Foro Itálico de Roma, el español inició un proceso gradual para estar listo en Roland Garros: estuvo varios días sin tocar la raqueta, luego pasó a entrenar con Juan Carlos Ferrero, aumentando el esfuerzo por sesión (controlando los golpes de derecha, el golpe que más problemas le ha dado con esta lesión), y finalmente llegó a París, donde se ha entrenado con rivales de entidad desde que aterrizó el pasado miércoles.

Consecuencia de todo este proceso, cuando Alcaraz se estrene el próximo domingo en Roland Garros, lo habrá hecho con cuatro partidos oficiales sobre tierra en la gira previa a París. ¿Puede suponer eso un problema para el español?

“Cada uno es diferente, como jugador y como persona”, valoró Alcaraz. “Hay gente que necesita muchísimos partidos, muchos torneos, y otros que no tanto. Yo me considero una persona que no necesita tampoco entrenar todos los días para coger el buen ritmo”, añadió. “A lo mejor hay alguno [entrenamiento] que me puedo saltar, como muchos habéis visto en los Grand Slams. Hay días de descanso que no juego, y luego eso no me juega una mala pasada. Soy un jugador que no necesita tantos partidos para coger su buena forma”.

Así llega Alcaraz a una de las ediciones de Roland Garros más abiertas de las últimos años, sin un claro favorito, sin un claro dominador, sin un claro tenista que vaya por delante en la carrera hacia la Copa de los Mosqueteros. 2024 es un año de muchas opciones, con muchos candidatos, con todo por decidir.

“Eso es lo bonito que tiene el tenis ahora mismo: hay un amplio abanico de jugadores que pueden ganar los mejores torneos, que pueden ganar los Grand Slams”, explicó el No. 3. “Al final, ves los partidos sin saber qué va a pasar. Yo creo que eso es bonito. Rafa siempre está ahí. Zverev siempre está ahí, aunque se enfrente en primera con Nadal. A Sinner, aunque venga de una lesión, también le veo capaz de poder conseguirlo. Y por supuesto a Djokovic. No tengo un favorito claro para ganar el torneo, hay un amplio abanico de tenistas que pueden conseguirlo”.