Alcaraz: “Vivirlo en primera persona es algo maravilloso”

Ver a un jugador español levantando la Copa de los Mosqueteros en Roland Garros en los últimos 30 años ha sido una estampa habitual, sobre todo, gracias a la figura de Rafael Nadal que lo ha repetido en catorce ocasiones. También, Sergi Bruguera, Carlos Moyà, Albert Costa o Juan Carlos Ferrero. Y este domingo, Carlos Alcaraz unió su nombre a esta lista de campeones.

Desde 1993 se han disputado 32 ediciones del Grand Slam sobre tierra batida y veinte de ellas han ido a parar a las manos de un español. Tan solo Thomas Muster, Yevgeni Kafelnikov, Gustavo Kuerten, Andre Agassi, Gastón Gaudio, Roger Federer, Stan Wawrinka y Novak Djokovic han podido interponerse en el camino de La Armada.

“Siempre he dicho que estoy muy orgulloso de ser español. Representar a mi bandera, a mi país, a todos los españoles, en los torneos a los que voy, para mí es un orgullo”, empezó su explicación Alcaraz, sobre una ceremonia de trofeos especial en Roland Garros. “Más aquí en París, de los pocos torneos que ponen el himno al ganar”.

“Al final este trofeo es personal, es propio, pero también va para todo el país, para toda mi gente, es algo alucinante. Lo hemos vivido muchas veces con Rafa, pero vivirlo en primera persona es algo maravilloso”, añadió el murciano de 21 años.

En mayo de 2015, Alcaraz viajó a París para disputar un torneo de categoría Sub-13 a los pies de la Torre Eiffel. Entonces ya tenía claro que uno de sus sueños era ganar algún día en la Philippe Chatrier.

“Al final he trabajado muy duro para conseguir este tipo de trofeos, por los que he soñado”, reconoció el tres veces campeón de Grand Slam. “Veía este torneo por la tele y decía que algún día iba a ganarlo, al final conseguir todas esas cosas es muy bonito, tanto para mi familia, para mi gente como para mí. Conseguir un sueño siempre es muy bonito”.

Después de lograr este título, Alcaraz hará como en las ocasiones anteriores en las que logrado un major: tatuarse la fecha de la conquista del trofeo. Así lo hizo después del US Open 2022 y Wimbledon 2023. “Ya les he tranquilizado un poco y sólo será el primero de cada uno. Si acaso llego a tener a más, sólo será el primero de cada uno”, bromeó sobre lo que pensarían sus padres del tercer tatuaje.

De momento, puede presumir de haber ganado tres Grand Slam en tres superficies diferentes, siendo el más joven de la historia en conseguirlo y el séptimo jugador que lo logra en el cuadro masculino.

“Para mí es un orgullo estar en la historia de nuestro deporte. Un chaval de El Palmar, de Murcia, que vaya consiguiendo récords y que vaya poniendo su nombre en la historia del tenis es algo maravilloso, tanto para mí, como para mi familia como para toda mi gente. Es algo que vamos a disfrutar y espero que no me lo quiten pronto”, rubricó con una enorme sonrisa.

Pero más allá de los títulos, los récords y las cifras que está registrando en la historia de este deporte, el No. 2 del PIF Live ATP Rankings se queda con una lección aprendida en estas dos semanas en París: la importancia de mantenerse fuerte mentalmente.

“Un Grand Slam se gana teniendo mucha fortaleza mental, si eres flojo de mente, por mucho nivel que tengas, físicamente estés impecable, tenísticamente estés jugando el mejor tenis de tu vida, si mentalmente estás flojo no puedes ganar un Grand Slam”, confesó Alcaraz. “Eso es lo que me llevo, después de ganar este torneo y algo de lo que me he dado cuenta para los próximos torneos”.

Aunque ahora es momento de celebrarlo. Y así lo hará en París. ¿Cómo? “Con la familia y los amigos que han venido desde España para animarme en el día de hoy. ¡Qué mejor momento que celebrar un Roland Garros que con la gente cercana!”. Es la hora de disfrutar.