¿El Partido Del Año En 2022? Recordamos El Épico Duelo Entre Alcaraz Y Sinner

Cinco horas y 15 minutos. El récord de finalización de una jornada de tenis en el torneo a las 2.50 am. Los cuartos de final en la pasada edición del US Open entre Carlos Alcaraz y Jannik Sinner lo tuvieron todo.

La batalla estuvo a un punto de terminar con un resultado diferente, que hubiese cambiado la historia más reciente del tenis. Alcaraz se impuso aquella noche —mañana en realidad— por 6-3, 6-7(7), 6-7(0), 7-5, 6-3. El español acabó levantando el título y se convirtió en el No. 1 más joven en la historia del Pepperstone ATP Rankings.

Pero antes, Sinner había estado a un golpe de cambiarlo todo. Sacando para el partido con 5-4 en el cuarto set, falló un revés cruzado en respuesta al mismo tiro de Alcaraz.

“Ese punto de partido aún lo tengo un poco en la cabeza, fallé el revés cruzado”, recuerda el italiano. “Pero si no anulas esas situaciones, siempre pensarás en ello, así que ya está bien. No quiero hablar más sobre ese partido”.

“Estuvo bien y fue un partido entretenido. No sólo disfrutamos mucho jugando, sino que creo que todos los aficionados que lo vieron, así que estuvo bien. Pero, por otro lado, espero que pueda enfrentarme a él más veces en mi carrera y ya veremos”.

Uno de los comentaristas a nivel mundial del partido fue Robbie Koenig, que llegó a ocupar el No. 28 del Pepperstone ATP Doubles Rankings como posición más alta en su carrera. El sudafricano recordó el gran ambiente que se respiraba en el estadio Arthur Ashe a medida que avanzaba la noche.

“Al final del cuarto set, Sinner tuvo punto de partido y lo perdió, hizo un juego pobre. Recuerdo que sacó particularmente mal en el lado del deuce, creo que cometió dos dobles faltas y luego le rompieron el servicio, sacando con punto de partido y el público se volvió loco”, recordó Koening. “Yo pensaba: ¿suena como si estuviese lleno, no?” Pero al mirar tal vez habría unas 5.000 personas como máximo en el estadio. Pero sabían lo que estaban presenciando. Y esos son los aficionados incondicionales del tenis que se quedan”.

Al ser tan tarde, era entendible que el estadio no estuviera repleto. Pero, por esa misma razón, los aficionados podían oír el golpeo de la pelota entre dos grandes pegadores que fueron a por todas sobre la pista dura estadounidense. Ambos exhibieron su mejor repertorio, lanzando winners, defendiéndose con garra y dejándose la vida en cada golpe en la pista.

“Recuerdo lo alto que se escuchaba, el eco que podías escuchar [del golpeo de la pelota]. Y lo mismo pasaba con los aficionados, esa reverberación de 5.000 personas, que sonaba como si fueran 50.000”, indicó Koenig. “El ambiente fue una locura. Estaba comentando con Nick Lester y fueron cinco horas y 15 minutos de partido. Recuerdo también cuando acabamos, que nos hicimos una foto tirados en el suelo a modo de broma, como si hubiésemos jugado el partido. Y, sinceramente, no se me hizo tan largo”.

No fue un épico partido nocturno más. Fue el momento en el que Alcaraz y Sinner demostraron que estaban preparados para asaltar la cima de este deporte. Lo hicieron con su capacidad técnica y tenacidad, además de con una determinación implacable.

“Lo más importante fue el nivel de tenis”, confesó Koenig. “Creo que muchas veces nos adelantamos a decir: ¡Oh, este es un clásico para la historia! Porque hay cinco sets y siempre recuerdas los finales de partido. Pero creo que cuando profundizas en muchos clásicos, verás el nivel y quizás dos de los sets no fueron tan buenos. Pero en este partido, el nivel desde el primer set hasta el final del quinto fue increíble. Y eso no suele pasar en los partidos a cinco sets. Es algo que tengo muy presente”.

“Esto es por lo que fue tan fácil al final del año, cuando estábamos en Turín comentando y me preguntaron: Robbie, ¿cuál ha sido el partido del año?”.

Alcaraz y Sinner han jugado dos veces desde entonces en territorio ATP Masters 1000. Después de que el español ganara en dos sets en Indian Wells, el italiano se tomó la revancha en un gran duelo a tres sets en Miami. La decepción de la derrota en Nueva York, no ha impedido que el italiano siga dando pasos adelante.

A sus 22 años, se encuentra en la cuarta posición del Pepperstone ATP Live Race To Turin y ya ha levantado su primera corona ATP Masters 1000 en Toronto.

“Creo que creces mucho a lo largo de un año. Obviamente he crecido física y mentalmente”, reconoció Sinner. “Han pasado muchas cosas. Tuve algunos partidos importantes más a lo largo del año y esto te hace mejor jugador, un jugador más experimentado. Así que me siento así. Es un poco diferente al año pasado, por supuesto”.

“También creo que la situación en la que estoy ahora es un poco diferente. Así que todo ha cambiado un poco, pero la manera de entrenar, la intensidad, siempre es la misma porque tienes que mejorar”, señaló.

Sinner intentará seguir dejando atrás la derrota en Flushing Meadows el pasado año cuando salte a la pista este martes en primera ronda frente al alemán Yannick Hanfmann.