El "hermoso y emotivo" viaje de Trungelliti y su madre a Ruanda

Marco Trungelliti no sólo dejó Ruanda con su primer trofeo ATP Challenger Tour en casi cinco años, sino que también ayudó a su madre a lograr el sueño de su vida: visitar África.
 
No podría haber llegado en mejor momento para Susana, quien ha estado de luto por la pérdida de su madre, Lela, desde su fallecimiento en noviembre. Cuando Trungelliti, de 34 años, ganó el segundo Challenger de Ruanda en semanas consecutivas, después de caer en la final en la primera semana, él y Susana compartieron un cálido abrazo en la cancha. Se dijeron pocas palabras. Todo era emoción.
 
“Creo que fue un momento feliz para los dos”, dijo Trungelliti a ATPTour.com. “Fue un poco más emotivo porque la última vez que gané un torneo, [estábamos con] mi abuela, su madre”.
 
“Desde que su madre falleció, ella no podía estar realmente feliz. Esta fue la primera vez que la vi completamente feliz, sin pensar en nada más que estar en África, disfrutando de la gente”.

There's nothing like a mother's hug 🫶#ATPChallenger | @tennis_rwanda | @AATenis pic.twitter.com/hyg6AEwKjP

— ATP Challenger Tour (@ATPChallenger) March 10, 2024

Hasta el día de hoy, Trungelliti recuerda que su madre compartió su pasión por visitar África cuando él y sus dos hermanos Franco y Andre eran niños. “Ella siempre nos decía: ‘Quiero ir a África, quiero conocer gente allí y ver su cultura’”, compartió. “Pasaron los años y no pudo lograrlo2.
 
Nacido y criado en Argentina, Trungelliti ahora reside en Andorra con su esposa Nadir y su hijo Mauna, de un año.
 
Reunirse con su madre en Kigali, donde Marco también estaba disfrutando de su primer viaje a África, sirvió para ellos como un momento de conexión y sanación. Además del par de eventos ATP Challenger Tour 50, visitaron varias partes de la capital de Ruanda y tacharon el continente de su lista de deseos.

“Para mí fue simplemente hermoso verla allí. Me alegro mucho que lo haya disfrutado desde el principio. Además, gané el torneo”, afirmó.
 
“Creo que conoces un poco más a la gente cuando estás en un evento deportivo, ellos están más abiertos a hablar sobre las culturas y a lo que están acostumbrados”.
 
“Ella no habla inglés, así que me usó como traductor. Estaba hablando con mucha gente sólo con señas. Ella decía: ‘Marco, ¿puedes ayudarme con esto, por favor? Necesito un traductor’. Ella estuvo muy feliz allí desde el principio. Estaba muy emocionada cuando llegamos allí, muy emocionada cuando nos fuimos”.
 
Después de sufrir una racha adversa de cinco partidos en finales de Challenger en los últimos tres años, Trungelliti estaba listo para otra oportunidad el domingo pasado.
 
En un rincón, Susana tenía los ojos cerrados, rezando por el mejor resultado. “Cada vez que la miraba, ella estaba sufriendo”, dijo riendo.

^{Marco Trungelliti compitiendo en el Challenger de Ruanda apoyado por su madre. Crédito: Rwanda Tennis Federation}

El argentino, No. 208 del mundo en el PIF ATP Rankings, se coronó campeón al derrotar al francés Clement Tabur por 6-4, 6-2 en la final.
 
“Fue fantástico porque era la primera vez que estaba en finales consecutivas”, dijo Trungelliti. “Eso significa para mí, mentalmente, un gran crecimiento. Sobre todo porque cada vez que ganaba un torneo, al siguiente perdía en primera o segunda ronda, por lo que mi rendimiento bajaba rápidamente y no podía mantener el nivel. Pero éste fue muy diferente”.
 
Fue el final perfecto para el viaje de madre e hijo a Ruanda.
 
Trungelliti inmediatamente abrazó a su madre y luego emprendió el viaje de regreso a Andorra, un viaje de 28 horas que contó con un retraso de seis horas en Estambul.
 
“Simplemente nos abrazamos y disfrutamos el momento”, dijo Trungelliti. “Casi de inmediato, ella pensó que tenía que abandonar África y preguntó: '¿Cuándo habrá algunos torneos aquí para poder regresar y traer al resto de la familia?'”.